viernes, 16 de mayo de 2014

La cena de las velas


4.


Durante el reinado visigodo en la península, el general Teudiselo fue designado nuevo rey de los godos en el año 548. Su reinado llegó a tal nivel el descontento entre los aristócratas godos que se unieron para conspirar contra Teudiselo y hallaron la ocasión con motivo de una cena que, por obligación, los reyes daban cada año a sus nobles.
Discurría el año 549 cuando en los salones del Alcázar sevillano, a la luz de las velas, se dispuso una gran mesa para el banquete con abundante vino y viandas. Teudiselo, como de costumbre, bebió en exceso ya que era ajeno a la conspiración que se había tramado. En un momento de la cena y a la señal que habían acordado, los invitados soplaron sobre las velas que iluminaban la mesa apagando éstas y dejando la sala a oscuras. Los nobles más cercanos sujetaron al rey y los demás se fueron levantando, de uno en uno, y pasando frente al monarca clavaron sus cuchillos en el pecho real. De esta forma vengaron su afrenta y, al haber sucedido todo en la oscuridad, no había testigos que pudieran culpar a alguien de haber asesinado al rey y, por tanto, ningún noble quedaba excluido para ser nombrado nuevo monarca.

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